jueves, 7 de junio de 2007

¿Quieres tu herencia? entonces... !Hazte adulto!




"Lo que quiero decir es esto: Mientras el heredero es niño, en nada se diferencia de un esclavo de la familia, aunque en realidad sea el dueño de todo. Hay personas que cuidan de él y que se encargan de sus asuntos hasta el tiempo señalado por el padre. Lo mismo pasa con nosotros: durante nuestra niñez, estábamos, por así decirlo, sometidos a los poderes que dominan este mundo. Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, para dar libertad a los que estábamos bajo esa ley, para que Dios nos recibiera como a hijos. Y para mostrar que ya somos sus hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo a nuestro corazón; y el Espíritu grita: '¡Padre mío!' así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser su hijo, es voluntad de Dios que seas también su heredero"( Gálatas 4:1-7)

Dios anhela darles a sus hijos un destino relevante y destacado. Cada uno de nosotros tiene una herencia verdaderamente única y dispuesta por el Señor.

Es hora de que nos hagamos adultos, que cambiemos de ser niños a ser hijos maduros. Es crucial que preparemos nuestros corazones para madurar sin retrasarnos. Sólo entonces podrá ser liberado el Espíritu de Dios para llevarnos a lo que nos corresponde por nacimiento y por herencia divina . Realmente es una lástima vivir empobrecidos espiritualmente, cuando en verdad somos una generación con múltiples mantos. Caminar como Reyes y Sacerdotes es nuestro derecho de nacimiento ( Apocalipsis 1:5-7). Dios está buscando un pueblo que se sacuda y se levante para salir de esta pobreza que se ha impuesto a sí mismo.

El Señor tiene grandes planes para Su pueblo, que son para un éxito sobresaliente, no para nuestro fracaso ( Jeremías 29:11 ). Por eso un espíritu maligno resiste, y se opone al Cuerpo de Cristo, impidiendo que entremos a un lugar de madurez. Consiguientemente, Dios no puede desencadenar la plenitud de nuestra herencia . Pero actualmente se está dispensando una gran gracia para vencer a este espíritu inmundo y recobrar lo que se nos ha robado.



RECONOZCAMOS Y VENZAMOS AL ESPÍRITU DE ESAÚ


Es muy útil conocer la identidad de este espíritu: Es un espíritu de que se manifiesta al hacer que los creyentes se distraigan olvidando cuán valiosos son sus derechos de nacimiento y sus herencias espirituales . Esto ha hecho que desdeñemos y, de muchas maneras, tratemos lo que Dios considera muy valioso e inapreciable como si fuera algo insignificante y carente de valor alguno. ¡Que nunca más seamos culpables de vender nuestro destino otorgado por Dios por un momento de gratificación propia!

Muchos han caído víctimas de este espíritu, el cual intenta atraerles para que se aparten de los caminos de Dios, haciendo que busquen la complacencia rápida, prometiendo satisfacer los apetitos carnales por medio de alimentar o satisfacer los deseos de la carne . Otra manera en que obra este espíritu es haciendo que los creyentes piensen que su herencia sólo les será dada cuando fallezcan y entren en el cielo... haciendo que vivamos de un modo inferior a la promesa de poder y autoridad aquí y ahora .

La escritura declara que Dios aborrecía a Esaú. Siento que lo que el Señor aborrecía eran sus acciones. ¿Qué hizo Esaú para disgustar tanto al corazón de Dios Padre? Cayó víctima de este espíritu que exige que satisfagamos la carne, insistiendo en el placer personal a toda costa. Por lo tanto, Esaú consideró que su herencia no tenía ningún valor, sin apreciar aquello en lo que Dios le había destinado a caminar... vendiendo su derecho de primogenitura por un simple plato de lentejas (Génesis 25:29-34 y Romanos 9:13).

El Espíritu de Dios está otorgando una gracia para vencer a este espíritu. Debemos recobrar un noble deseo de caminar en nuestro verdadero derecho de nacimiento . Nunca más debemos estar satisfechos con andar por debajo de lo que Dios ha dispuesto para nosotros. Fuimos creados para ser la cabeza, y no la cola. Dios nos destinó SÓLO para estar encima, y no debajo.

Ahora es el momento para que nos levantemos por encima de este espíritu, derribándolo, haciendo todo lo que hay dentro de nosotros para recuperar lo que nos han robado... preparando nuestros corazones para recibir todo lo que el Padre anhela darnos. Ya no somos esclavos, sino hijos, y por lo tanto, herederos de la promesa. El Señor está buscando un pueblo que camine con rectitud de corazón para que Él pueda desencadenar asombrosa autoridad y poder ( Salmo 24:3-5). Una cosa es ascender al monte del Señor, lugar de Su poder y autoridad, pero otra es vivir de tal modo que uno pueda habitar en tal lugar ( Salmo 15:1-5).



MARCAS DE VERDADERA MADUREZ: DOMINIO DEMOSTRADO


La Promesa es que al ir de ser niños a un nivel más profundo de madurez espiritual, cambiaremos de esclavos a hijos, convirtiéndonos así en herederos . Es asombroso recibir la revelación que no sólo somos herederos gracias a Cristo Jesús, sino que además nos hemos convertido en coherederos con Cristo ( Romanos 8:14-17). Noten esta promesa hallada en Romanos 8:17 "Y por ser hijos suyos tendremos también parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo, si es que realmente sufrimos con Él para después estar con Él en su gloria".

Cuando uno es coheredero significa que tiene derecho a una herencia de valor exactamente equivalente a la de otro miembro de la familia. La herencia se divide de manera equitativa si uno es coheredero. Este es un incentivo tremendo para avanzar a un lugar de madurez para que no seamos privados ni perdamos nada de lo que Dios Padre anhela para que caminemos con plenitud en ello. La misma unción que les dio poder a los primeros discípulos se puede conseguir ahora y está a nuestra disposición. Cristo declaró " Así como el Padre me envió, también Yo os envío a vosotros" ( Juan 20:21).

Tu derecho de nacimiento de caminar en la unción y poder del Espíritu Santo de Dios

El plan de Dios es que caminemos en poder manifiesto. Cristo declaró que íbamos a poder hacer las obras que Él realizaba así como otras aun mayores ( Juan 14:12). Esta es una parte de nuestro derecho de nacimiento. La promesa es que habrá una generación que reciba la restauración que todas las demás han perdido. En Josué 11:23, Dios le dio a Josué todo lo que le había prometido a Moisés.

Las promesas de Dios son seguras. Aun cuando una generación renuncie a su llamado, esto no hace que tú no puedas caminar en todos tus derechos de nacimiento . En el capítulo 5 de Josué, cuarenta años de "no" se convirtieron un día en "sí". Esta es una gran muestra de cómo se puede recuperar el derecho de nacimiento y obtener la promesa.

El Espíritu de Dios está despertando tu corazón, llamándote a recibir lo que te corresponde por nacimiento, que es caminar en la unción y poder del Espíritu Santo, con poder para realizar grandes proezas por medio del poder y la presencia del Espíritu Santo de Dios ( Daniel 11:32).

Derramaré Mi poder sin medida para un pueblo sin mezcla

Hemos sido llamados a ser victoriosos, sentados con Cristo en verdadero poder profético y apostólico ( Apocalipsis 3:20-22 ). Los ojos del Señor están buscando un pueblo cuyos corazones sean rectos para que Él pueda respaldar plenamente todo lo que decidan hacer ( 2 Crónicas 16:9).

Nuestros corazones deben estar libres de egoísmo y planes propios. Nuestra meta debe ser desear nada más que hacer avanzar al REY ETERNO y establecer el Reino de Dios.

El Señor habló diciendo "Si puedo hallar un pueblo sin mezcla, derramaré Mi poder sin medida". Dios ha prometido identificarnos a cada uno como Hijos e Hijas del Altísimo si decidimos madurar y vivir una vida limpia y pura ( 2 Corintios 6:16-18 y 2 Corintios 7:1).

No hay comentarios.: